Nos conocimos mientras éramos vulnerables, talvez eso nos prestó al encanto o confusión de las flores que crecen en las rocas, al querer ser fuertes, ya no temer y curar las heridas del pasado junto a quien siente lo mismo.
Un beso tímido que comienza la historia para quien quiere ver la luz con los ojos cerrados.
Besos en el cuello, y para ti, miradas sinceras… Dos risas imparables, y para mi, la felicidad completa…
Y aprendí a volar cuando tú me mostraste mis alas…
Y la noche que mi risa se borró porque te fuiste, yo en la esquina verde de la esperanza perdida.
Mil noches sin dormir y haciendo de todo para olvidar lo inolvidable. Despertándome para existir en la rutina de lo que ya perdió el sentido sabiendo que ya las cosas no salen tan bien.
El tiempo, dos caminos, te acarician otras manos y a mi, me hacían falta las tuyas…
Hoy sigues teniendo cara de tristeza y la ocultas yéndote lejos para que no te vea perdido, mas no sabes que yo daría lo que fuera por construirte un puente y un nuevo camino.
Aquí, desde mis ojos hasta mis pies, moja el agua salada y en ella flota la memoria de mis días grises que despertaron cuando solté tu mano para no caerme en el abismo de lo que quise que existiera y nunca existió.
Y yo buscando la forma de escapar de mi conciencia para al fin poder escaparme de ti, para ya no preguntarme cómo pudiste olvidarte de mi???
Decidí matar las esperanzas, no esperar a que murieran y menos a que me mataran a mí, decidí ya no esperarte más, apagar la luz para que te pierdas en la oscuridad, abrir la puerta para que te vayas de veras.
Pensando en salir a buscar a alguien porque de alguna manera tengo que olvidarte, sin marcha atrás tengo que olvidarte.